Finalizaron las vacaciones de medio año y reducir la deserción es el gran desafío que tienen familias y centros educativos. Lamentablemente, según datos del Ministerio de Educación Pública, en el 2023 alrededor del 1,5% de la población estudiantil abandonó sus estudios después de las vacaciones de medio año. Este fenómeno tiene un impacto no solo en el futuro de los jóvenes, sino también en el crecimiento socioeconómico del país.
El abandono escolar tiene un impacto profundo en la sociedad, afirmó Josué Sánchez, director de la Escuela de Educación de la Universidad Fidélitas. “A nivel personal, priva a los estudiantes de oportunidades educativas y limita sus perspectivas socioeconómicas futuras, perpetuando ciclos de pobreza y desigualdad. A nivel social, contribuye a la disminución del capital humano y a mayores tasas de desempleo, afectando negativamente el desarrollo económico y la estabilidad social.”, agregó el docente.
Es por ello por lo que se ofrecen algunas estrategias que los educadores pueden usar en el salón de clases para promover la permanencia en el sistema educativo.
1. Cree un entorno que fomente la participación y el apoyo
Fomentar un ambiente de respecto y comunicación donde los estudiantes se sientan valorados y respaldados es fundamental para su retención en la escuela. Mediante actividades grupales, proyectos colaborativos y el establecimiento de relaciones de confianza, los docentes pueden promover un sentido de pertenencia y comunidad.
2. Personalice la enseñanza
Cada estudiante posee intereses, habilidades y desafíos únicos. Por tanto, adaptar la enseñanza para responder a estas diferencias puede influir notablemente en su implicación en la escuela. Los educadores pueden elegir métodos de enseñanza más pertinentes y atractivos para cada alumno, como tutorías personalizadas, proyectos adaptados a sus intereses y la integración de tecnologías educativas para respaldar el aprendizaje.
3. Desarrolle habilidades socioemocionales
Los docentes pueden incorporar en sus actividades diarias prácticas que fortalezcan la resiliencia, fomenten la empatía y enseñen habilidades para manejar el estrés. La educación emocional y las sesiones de asesoramiento son fundamentales para reducir la probabilidad de abandono escolar al proporcionar a los estudiantes las herramientas necesarias para afrontar los desafíos tanto personales como académicos que enfrentan.
5. Aumente la participación
La metodología de enseñanza STEM (aprender haciendo) es clave para ayudar a los estudiantes a aplicar lo aprendido mediante métodos como el aprendizaje basado en proyectos, debates y actividades prácticas. En este sentido, es crucial proporcionar retroalimentación constante y constructiva para que los estudiantes perciban que su trabajo es reconocido y valorado.
6. Identifique y asista a estudiantes en riesgo
Es fundamental que los docentes estén alerta a las señales que indiquen que un estudiante está en riesgo de abandonar la escuela. Estos signos pueden incluir ausencias frecuentes, problemas de conducta, desmotivación y bajo rendimiento académico. Los maestros pueden ofrecer el apoyo mediante intervenciones directas en el aula, referencias a servicios de apoyo externo o colaboración con las familias para abordar los problemas subyacentes.
7. Fomente la participación familiar
Los educadores pueden trabajar junto a padres y tutores para mantenerlos informados sobre el progreso académico de sus hijos y alentar su participación en las actividades escolares. Las reuniones periódicas y la comunicación continua pueden fortalecer las relaciones entre la escuela y la familia, creando un ambiente de apoyo para los estudiantes tanto en el ámbito escolar como en el hogar.
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