Se estima que existen más de 21 mil establecimientos de belleza en el país y que solo el 5% de ellos gestiona adecuadamente sus residuos
Los centros de belleza, barberías y estudios de tatuaje que no cuentan con un gestor certificado para la recolección de sus residuos bioinfecciosos se exponen a multas millonarias o bien, a la cancelación o suspensión de su permiso sanitario de funcionamiento por parte del Ministerio de Salud.
Así lo establece el Reglamento sobre barberías, peluquería, salones de belleza y afines (42942-S) publicado en abril del 2021, el cual dispone que todo residuo bioinfeccioso (punzocortante o no) que se produzca en estos establecimientos debe ser desechado en bolsas y recipientes rígidos especiales y ser entregados a un gestor autorizado por el Ministerio de Salud para tal fin.
No obstante, según Grupo MPD, la mayor procesadora de residuos bioinfecciosos a nivel nacional, aún existe un débil cumplimiento de esta reglamentación por parte de la industria de la belleza, a pesar que transcurrieron tres años desde la publicación de la legislación que decreta dicho requisito.
Sin embargo según datos de FECOPROBE, entidad nacional que agrupa a establecimientos y profesionales en belleza, extraoficialmente se calcula que en Costa Rica existen más de 21 mil establecimientos dedicados al estilismo, barbería o afines; MPD asegura que si acaso un 5% cuentan con este tipo de servicios a través de un gestor autorizado para sus residuos.
Un residuo infectocontagioso es el que por haber estado en contacto con personas u animales, contiene bacterias, virus u otros microorganismos con capacidad de causar infección o contener toxinas producidas por microorganismos que causan efectos nocivos a seres vivos o al ambiente humano. El manejo inadecuado de los insumos descartables utilizados por los profesionales en belleza, pueden ser una fuente de transmisión de enfermedades, como SIDA, hepatitis B o C, infecciones de tejidos blandos y piel, entre otras.
“Los centros de belleza, así como estudios de tatuaje producen residuos como hojas de afeitar, agujas u otros que deben ser descartados adecuadamente para proteger, no solo a sus propios clientes en términos de asepsia sino también a las personas que manipulan los desechos y a la población en general. Recordemos que cada kilo de residuos infectocontagiosos tiene el potencial de convertir en infecciosos más de 100 kilos de desechos sólidos municipales o residuos ordinarios; por ello, su manejo es una actividad fundamental en el ámbito de la bioseguridad, que debe realizarse de forma rigurosa. De ahí nuestro interés en concientizar a las personas propietarias de este tipo de establecimientos para que garanticen a sus clientes condiciones óptimas de limpieza y desinfección a través de la correcta gestión de sus residuos” comentó Adrián Castro, Director General de MPD.
En MPD, los residuos previamente segregados y acopiados por el generador, son recolectados en vehículos especiales para posteriormente ser tratados en sus plantas mediante trituración y esterilización en máquinas llamadas autoclaves, las cuales son equipos de alta presión en donde los desechos son sometidos a una temperatura de 132 °C, la que permite esterilizarlos a un nivel de 99,999999%. Este proceso elimina los microorganismos presentes en los residuos antes de su disposición final, evitando que se biocontamine el ambiente o que vaya a perjudicar la salud de las personas.
El “autoclave» es una tecnología de esterilización de larga data, pues tiene más de 100 años de haber sido inventada, no obstante, continúa siendo la metodología más eficiente y costo efectiva para alcanzar tal grado de esterilización.
MPD dispone de la capacidad de tratamiento más grande de Centroamérica, distribuida entre sus dos plantas ubicadas en Alajuela y San José, las cuales, pueden procesar 3680 toneladas de residuos por mes, lo que representa más de siete veces la generación nacional de residuos hospitalarios en Costa Rica.
Modelos de Costa Rica