Estos calzones sí los pudo lucir nuestra amiga.
A ella la conocí en algunas actividades y desde el principio me llamó la atención por su reluciente belleza. Su cara preciosa, sus piernas hermosas y bien torneadas, sobresalían de las faldas vaporosas que vestía en aquellas ocasiones especiales. Con ella hablé rápidamente en una oportunidad, en que visitó una comunidad cercana. Ese día le hice fotos para un medio regional.
Luego establecimos contacto telefónico y en el 2003, nos pusimos de acuerdo para hacer una sesión fotográfica. La chica no era modelo, pero tenía las características para ello. En un hotel de su ciudad planteamos hacer las fotos: las de ropa casual para alguna publicación periodística y las de ropa interior para un book fotográfico o fines personales.
En la mañana de aquel día nuestra amiga acudió al salón de belleza y desde ya traía en una bolsa la lencería para las fotografías. Las prendas eran de su propiedad y se había esmerado es escoger las mejores, para la que iba a ser su primera experiencia de posar en ropa íntima ante un lente fotográfico.
Sin embargo, las cosas se complicaron pues la joven dejó la bolsa con sus íntimas prendas cerca de una ventana y un amigo de lo ajeno, creyendo que era otro tipo de pertenencias, se robó todos los calzones. Nuestra amiga no perdió la calma y rebuscó otras tangas y brasieres, que con otros que nosotros habíamos comprado, sirvieron para evitar suspender las fotografías.
Las fotos se hicieron y la chica se comportó como toda una profesional, superando el miedo escénico y la pena de una primera vez. De pronto la lente se encontró con una mujer cuya sensualidad se proyectaba con fuerza: piel blanca, cabello negro ondulado y curvas bien definidas: senos de tamaño normal pero de hermosa tonalidad y nalgas bien estilizadas y sin imperfecciones de ningún tipo. Aunado a ello, su magia para el fotopose en ropa interior, fue igual o mayor al que caracterizan a algunas modelos en fase de consolidación.
Han pasado algunos años y hemos perdido contacto con la chica de nuestra historia. Esperamos que pronto pueda leer esta nota y nos escriba. Nos gustaría volverla a ver y saber de su vida. Pues se le recuerda con cariño, admiración y también por el robo de sus calzones.