Río Sixaola, frontera con Panamá
Ministerio de Salud giró orden sanitaria a uno de los presuntos contrabandistas de licores que ingresó ilegalmente desde Panamá•
Un botero panameño quedó a la orden de Migración
Una vez más, la alianza entre las autoridades costarricenses y panameñas permite dar una efectiva lucha contra las actividades ilegales transfronterizas en el cantón de Talamanca, Limón.
Gracias a esta constante coordinación binacional e interinstitucional esta semana, durante el desarrollo de la operación Diciembre Seguro, dos embarcaciones que navegaban irregularmente por el río Sixaola fueron decomisadas con cargamentos de licores.
Cabe indicar que, de acuerdo con tratados internacionales, las autoridades de Costa Rica y Panamá pueden navegar las aguas de este río fronterizo, lo que facilita aún más la cooperación entre dos países que tradicionalmente han mantenido relaciones de gran fraternidad y que poseen la única frontera desmilitarizada de todo el continente.
El primer cumplimiento se registró la mañana del jueves, cuando oficiales del Servicio Nacional de Guardacostas de nuestro país y del Servicio Nacional de Fronteras ( Senafront) de Panamá efectuaban un patrullaje acuático cerca de Chase, uno de los puntos más usados para el contrabando de mercancías y otras actividades ilícitas.
El bote, tipo cayuco o canoa, era tripulado por un costarricense de apellido Romero, quien llevaba a bordo mil unidades de diversos tipos de licores, tales como cervezas, wiskis, rones y cremas.
Policía de Fronteras sorprendió otro bote procedente de Panamá
Asimismo, horas después, oficiales de la Policía de Fronteras estaban realizando un patrullaje terrestre por la orilla costarricense del río Sixaola, a la altura del sector de Las Delicias.
Ellos observaron un movimiento sospechoso de una embarcación, también tipo cayuco, el cual estaba saliendo de territorio panameño con rumbo a la margen costarricense del río Sixaola.
La Policía de Fronteras le dio seguimiento a la lancha hasta que, al llegar a tierra, el botero y otro sujeto que lo estaba esperando empezaron a bajar la mercancía para acomodarla en la cajuela del auto y consistente en 576 unidades de cervezas y guaro.
El bote era operado por un ciudadano panameño de apellido Jiménez, quien por encontrarse en condición migratoria irregular fue aprehendido y remitido a la orden de la Policía de Migración.
En el caso del otro tripulante, quien es un costarricense de apellido Jackson, su caso fue expuesto ante el Ministerio de Salud, cuyos funcionarios le giraron una orden sanitaria por proceder de otro país, del cual ingresó por un punto no habilitado para fines migratorios.
Los botes también fueron decomisados por navegar de manera irregular
Como es usual en estos casos, ninguno de los tripulantes de los botes portaba documentación alguna que comprobara el debido pago de impuestos, por lo cual los cargamentos, cuyo valor en su conjunto podrían sumar unos dos millones de colones, fueron decomisados y puestos a la orden de la Policía de Control Fiscal.
Las dos embarcaciones, las cuales no portaban ninguna matrícula, ni documentación, también fueron incautadas y puestas a la orden del Servicio Nacional de Guardacostas.