El espíritu solidario, el cual caracteriza a los cuerpos policías costarricenses, y más aún en tiempos de crisis, se puso de manifiesto una vez más.
En esta oportunidad, un grupo de oficiales de la Fuerza Pública y de la Policía de Fronteras se organizó para extenderle su mano amiga a algunas de las familias de menos recursos económicos del cantón de La Cruz, Guanacaste.
Ellos hicieron una colecta para comprar diarios a fin de ayudar a tres familias, dos de ellas de cinco miembros y una de seis integrantes, para un total de 16 personas beneficiadas, nueve de ellas menores de edad.
Las familias viven en los barrios Colonia Bolaños y Las Vueltas, dos comunidades que los policías ya habían visitado tiempo atrás durante patrullajes.
Es por ello que, al percatarse de su condición socioeconómica, tomaron la decisión de hacer algo por dichas familias, en especial por sus nueve niños y niñas, quienes ahora más que nunca saben que los policías son sus amigos.