De esta forma, al final del año estarán operando 9 granjas ostrícolas en el Golfo de Nicoya y la meta es instalar un total de 15.•
Este lunes, autoridades del IMAS, MTSS, INCOPESCA y UNA inspeccionaron las obras en Isla Venado que registran un avance del 50%. •
Inversión del IMAS por más de ¢82 millones en las tres granjas generará empleo a 24 familias, las cuales transformarán su actividad pesquera de manera sostenible.
• Iniciativa interinstitucional -coordinada con organizaciones locales- se enmarca en la estrategia del Gobierno de impulsar la acuicultura sostenible en comunidades costeras.
“La granja para la producción de ostras ubicada en Isla Venado ya cuenta con un 50% de avance. Estamos a la mitad del camino para dar inicio en noviembre, que es punta de lanza de nosotros como productores y empresarios, con un importante impacto en la parte económica, social y turística”.
Así lo informó la presidenta de la Asociación Local de Pescadores de Florida de Isla Venado, Sonia Medina, durante una visita al proyecto que realizaron, entre otros, el ministro de Desarrollo Humano e Inclusión Social, Juan Luis Bermúdez; la ministra de Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, Geannina Dinarte; el presidente ejecutivo de INCOPESCA, Daniel Carrasco; el vicerrector de Extensión de la UNA, Martín Parada, y el investigador de esa institución, Gerardo Zúñiga.
Medina agregó que la granja ha unido a toda la comunidad. “La gente está muy emocionada, personas que no son asociadas o incluso que no son de la isla, nos han colaborado con sus propias manos en el proceso de construcción de este sistema”.
La puesta en funcionamiento de ésta y dos granjas más, ubicadas en Montero de Isla Chira y Costa de Pájaros, está programada para noviembre de 2020, lo que generará empleo a 24 familias que han visto la oportunidad de transformar y fortalecer su actividad pesquera de manera sostenible.
En cada granja, el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) invirtió ¢27.350.585, para un total de ¢82.051.755. Según el reporte técnico, las tres asociaciones ya han ejecutado más el 90% del presupuesto asignado.
Con estas tres, al final del año estarán operando 9 granjas ostrícolas en el Golfo de Nicoya, pero la meta es poner en funcionamiento un total de 15, gracias al compromiso asumido por las agrupaciones.
Paralelamente, el IMAS junto con el MAG, la UNA, MTSS, Inder y la Fundación Parque Marino, han contribuido en la construcción, equipamiento y puesta en marcha del Laboratorio Nacional Producción de Semilla de Ostras, ubicado en la Estación Nacional de Ciencias Marinas y Costeras (ECMAR), en Punta Morales, cuya finalidad es el suministro de semilla a las agrupaciones ostrícolas.
Estrategia de empleos azules. “Estas granjas encierran las expectativas de reactivación laboral que impulsamos en el país, buscando balancear los resultados económicos, sociales y ambientales en la vida de las familias”, manifestó el ministro Bermúdez, presidente ejecutivo del IMAS.
Agregó que “este sistema productivo contribuye con la inocuidad del producto que venden los ostricultores y son parte de una estrategia para la lucha contra la pobreza mediante empleos “azules” vinculados al buen uso de nuestros recursos hídricos”.
Las familias también reciben acompañamiento técnico del Instituto Nacional de Aprendizaje y el Centro de Desarrollo Gerencial de la Escuela de Administración de la Universidad Nacional, sobre modelo de negocios.
Asimismo, la Estación de Biología Marina “Juan Bertoglia Richards” Puntarenas de la UNA, ha venido acompañando en la selección del sitio, trámites de permisos y construcción de sistemas de producción, en el marco del Programa del Programa de Regionalización Universitaria.
Producción de semilla a ciclo cerrado. El país ha desarrollado una experiencia en la producción de semilla a ciclo cerrado. Actualmente, existen seis granjas ostrícolas: una en El Jobo, La Cruz de Guanacaste, y cinco en el Golfo de Nicoya.
A estas se suman las tres unidades nuevas de producción que estarán listas en noviembre: de la Asociación de Pescadores Mixta de Montero, el Sindicato de Pescadores y Acuícolas de Puntarenas y la Asociación Local de Pescadores de la Florida Isla Venado. Estas tres agrupaciones cuentan con el permiso de cultivo emitido por el Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (INCOPESCA) y el Certificado Veterinario de Operación (CVO) de SENASA.
“Los esfuerzos comunales e interinstitucionales al entorno de esta iniciativa, encausan en la generación de oportunidades productivas para las comunidades costeras desde sus propios acervos comunitarios”, manifestó Gerardo Zúñiga Calero profesor-investigador de la UNA.
“El propósito es promover acciones de trabajo rentable y que generen sinergias a lo interno de las comunidades in situ, evitando el desarraigo de personas, al tiempo que se contribuye en fortalecer aprendizajes locales e institucionales sobre una actividad que cada vez toma más importancia en el mundo: el cultivo de moluscos bivalvos, como lo reporta la FAO en el informe del 2020”, agregó.