Franklin Castro R.
¡Qué agradable es que la gente celebre con patriotismo, las actividades Cívicas del mes de Septiembre!. Cada año cuando asisto a los desfiles, recuerdo nuestros tiempos de escuela, allá en San Rafael de Paquera con don Elí Arce Salas y otros maestros, que supieron dirigir nuestros valores patrióticos, por el sendero del respeto y aprecio a nuestras raíces históricas.
Sin duda era incomparable caminar por aquellas calles empedradas y sin más iluminación que la de las mismas candelas en las noches de los faroles. Cantar a capela el Himno Patriótico del 15 de Septiembre, la Patriótica Costarricense y el mismo Himno Nacional de Costa Rica, “el más hermoso del mundo”, como bien dice el periodista deportivo y amigo nuestro Javier Méndez Rojas.
De aquellas épocas quizás no existan fotos, pero las imágenes han quedado guardadas en nuestras memorias y esos recuerdos perduran, como si fuesen grabados en piedra. Hoy, aunque la tecnología nos ayuda -también nos consume y nos desvalora- (a veces), gracias a Dios aún mantenemos ese amor por la Patria, que aflora con orgullo cada vez que llega el noveno mes del año.
En tiempos más recientes, cuando estábamos en el Colegio Técnico Profesional (y orgullosamente Agropecuario) de Paquera, me encantaban aquellas tardes de práctica en la banda, cuando nos dirigía Rujul Kayen Solórzano (q.d.D.g.), un hombre con una capacidad agradable para instruir. Una persona que desde la comunidad, aportaba su granito de arena y eso yo lo agradecí profundamente.
Por otro lado, he de decir que nos alegra observar que hoy en día los padres de familia, maestros, profesores y autoridades locales y nacionales, hacen un esfuerzo encomiable para mantener vigentes estos valores. Pues al instalar estas celebraciones en las memorias de nuestros niños y jóvenes, estamos haciendo patria y abrazamos con alegría un pedazo de nuestra historia. Esa misma, que nos ha hecho libres y que debemos defender por siempre.