“No creo que en este momento Nicaragua esté interesada en llevar un conflicto gigantesco hacia Costa Rica que más bien podría costarle en el plano interno”, Carlos Cascante, analista político-UNA.
Nicaragua podría emplear algún tipo de amenaza o de conflicto con Costa Rica, con la idea de galvanizar o delimitar el descontento interno.
Ante las declaraciones que hiciera el ex canciller de la República y ex ministro de Justicia, Enrique Castillo, a un medio de circulación nacional, en torno a la sospecha de que Nicaragua planearía invadir territorio costarricense, el analista político de la Escuela de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional (UNA), Carlos Cascante Segura, considera que el vecino del norte no estaría interesado en este momento en gestar un ataque a Costa Rica; eventualmente podría propiciar algún tipo de amenaza e intimidación, pero sin llegar a una invasión o conflicto armado.
Cascante expresó que se debe reconocer que Nicaragua tiene mecanismos para limitar o intimidar a nuestro país, como podría ser desde el orden comercial, o bien un aumento del discurso político como especie de mecanismo de prueba al gobierno de Costa Rica sin que esto llegué a los eventos ocurridos en la región fronteriza de Calero. “No creo que en este momento Nicaragua esté interesada en llevar un conflicto gigantesco hacia Costa Rica, que más bien podría costarle en el plano interno”, afirmó Cascante.
El analista internacional explicó que en las actuales circunstancias internas que vive Nicaragua, el gobierno tiene mucho miedo de que eso lleve a levantamientos internos como los ocurridos en el 2018 y desde ese momento ha intentado limitar y destruir toda organización que conlleve a un nuevo levantamiento “Creo que el primer fin que está persiguiendo ahora el régimen es cómo sostenerse y para ello está realizando todos los mecanismos de control interno que tiene a disposición y está en un momento paranoico donde cualquier voz que pueda generar organización es repelida”, subrayó Cascante.
En relación con lo expresado por el ex ministro Castillo, el analista de la UNA aseveró que si en determinado momento, la situación se complica mucho, Nicaragua podría emplear algún tipo de amenaza o de conflicto con Costa Rica, con la idea de galvanizar o delimitar el descontento interno y desplazarlo hacia un enemigo externo. “Eso nunca puede descartarse, es decir, existe siempre la posibilidad, pero sin llegar a una invasión armada a gran escala”, agregó Cascante.
Cascante coincide con el ex canciller, en el sentido de que Costa Rica debe tener una posición vigilante hacia Nicaragua y manejar todos los canales de inteligencia que le permitan estar al día con lo que sucede. Además, el gobierno debería invertir más en la policía de control de fronteras, no solo por la amenaza de una posible incursión de Nicaragua a Costa Rica, sino porque esa es una frontera muy porosa que permite una serie de delincuencia, la cual debe controlarse.
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