· Minimizar o ignorar una situación o conflicto no la hace menos grave, solo posterga la necesidad de abordarla y resolverla.
En el contexto del reciente suceso trágico que ha conmocionado a nuestro país, donde un individuo perdió la vida a manos de su vecino en un acto impulsivo y de ira, es un llamado contundente para abordar la importancia del manejo de la salud mental y el control de las emociones en la resolución de conflictos.
“La salud mental es un aspecto fundamental de nuestra vida cotidiana y su influencia en nuestras acciones y decisiones es innegable. En situaciones de conflicto, el manejo adecuado de nuestras emociones puede ser la diferencia entre una resolución pacífica y una tragedia irreparable”, señaló Álvaro Solano, director de Psicología de la Universidad Fidélitas.
“Es vital reconocer que, en los diferentes ámbitos como el trabajo, la comunidad incluso, en la familia, todos experimentamos emociones intensas en momentos de tensión y conflicto. Sin embargo, es nuestra responsabilidad aprender a gestionar nuestras emociones de manera saludable y constructiva, sobre todo, cuando experimentamos síntomas de ira y poco manejo de la frustración”, recomendó Solano.
Consejos desde el punto de vista psicológico para el control de las emociones y la resolución de conflictos:
1. Comprenda que vivir en comunidad requiere de una buena dosis de comprensión, respeto, tolerancia, paciencia y diálogo permanente, pues cada individuo tiene su propio temperamento y personalidad
2. Trate a los demás con respeto, amabilidad y comprensión, incluso en situaciones difíciles. Hacer lo contrario hablará muy mal de usted.
3. Tómese el tiempo para identificar y comprender cuáles son sus desencadenantes emocionales para que previamente pueda abordarlos de manera proactiva y evitar reacciones impulsivas.
4. Busque prácticas saludables para canalizar el estrés. Duerma lo suficiente, haga ejercicio, practique técnicas de relajación como la meditación o la respiración consciente, sobre todo en momentos críticos.
5. Aprenda a expresar sus emociones de manera clara y respetuosa, así como a escuchar activamente las preocupaciones y perspectivas de los demás. Esto permitirá resolver conflictos de manera constructiva.
6. Hágase el propósito de perdonar a aquellos que le han hecho daño y busque la reconciliación siempre que sea posible. Deje ir resentimientos y rencores, eso solo le causa daño a usted.
7. No dude nunca en buscar el apoyo de amigos, familiares o profesionales de la salud mental en momentos críticos.
8. Genere espacios de diálogo para resolver el conflicto, evite el confrontamiento.
¿Qué no hacer nunca?
· No actúe impulsivamente, pues pueden tener consecuencias devastadoras e irreparables.
· Evite la violencia y el uso de armas como mecanismo para resolver conflictos, pues además de causar daño físico y emocional, puede tener repercusiones legales graves y perpetuar un ciclo de violencia.
Algunas pautas para cómo actuar cuando se es testigo de un conflicto:
· Manténgase a una distancia segura y evalúe si existe algún riesgo de violencia física. Si la discusión parece intensificarse o volverse violenta, llame a las autoridades y servicios de emergencia respectivas.
· Evite intervenir directamente en la discusión pues esto puede aumentar la tensión y empeorar la situación.
· Solo si fuera seguro para usted, podría acercarse a tratar de neutralizar la situación y brindar el apoyo a ambas partes, sin tomar partido.
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