Franklin Castro R.
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Aunque para algunos la ADIP feneció, la verdad es que la entidad como tal sigue existiendo. Más bien la Asociación de Desarrollo Integral de Paquera ADIP, está de cumpleaños y vale decir que es la organización comunal de más calendarios en el distrito paquereño. En agosto la ADIP cumplió 40 años.
Quizás esto no sea relevante para algunos de los hoy presentes en Paquera, pero para los pioneros de esta comunidad, muchos de los cuales lamentablemente ya no están y para quienes éramos muy chicos cuando se constituyó; la ADIP es la organización que impulsó en gran medida el desarrollo en Paquera.
En aquellos tiempos me refiero a 1974, no había gobierno local. La ADIP hacía entonces una función elemental, atrayendo aportes a través de gestiones con el Estado. Incluso se esforzó en brindar el servicio de lancha entre Paquera – Puntarenas, luego de que un empresario dejó de brindarlo por no ser rentable.
Y fue en noviembre de 1977, cuando gracias al apoyo del entonces presidente Daniel Oduber Quirós, que la asociación reactivó el servicio de lancha, el cual lo mantuvo hasta finales del 2009. Con ese proyecto, la ADIP generó recursos que reinvirtió en la comunidad. Al recordar esto, nos abraza la nostalgia.
De esto son fieles testigos aquellos que ya peinan canas o algunos más jóvenes, como por ejemplo los que se involucraron en el tema comunal desde los tiempos de colegio. Nosotros conocemos bien esta historia, pues nacimos en Paquera y estuvimos con ADIP desde la época de la secundaria, cuando apenas dábamos los primeros pasos en los medios de comunicación.
Después vino el tema del ferry. La ADIP tuvo una concesión que no pudo disfrutar en exclusiva. Por diferentes situaciones (decisiones erradas o gestiones equivocadas) la asociación acumuló deudas, que la han tenido al borde del colapso. Sin embargo aún existen personas que le guardan cariño y que atesoran la fe en que todavía se puede seguir adelante.
Como también dolorosamente habrá quienes desearan darle el tiro de gracia, pero son unos pocos y de otros lados, que entendemos no pueden tener empatía con una entidad y su historia, pues nunca la vivieron y por consecuencia no se identifican con el esfuerzo. En otros tiempos cuando la ADIP tenía recursos y aportaba a quienes pedían, entonces si era importante.
Hoy la entidad está de manteles largos y aunque el horizonte a veces se mira oscuro, la fe que dicen mueve montañas debe prevalecer para tratar de retomar el camino. Confiamos en que los paquereños de corazón sigan apoyando esta agrupación. El desarrollo comunal debe florecer y esperamos que la ADIP, pueda liberarse de las cadenas del pasado y de nuevo navegar con libertad.