Franklin Castro R.
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El certamen Miss Universo, es sin duda el más glamoroso del mundo y es también el que mayor prestigio tiene y no es para menos, es seguido por millones de telespectadores en todo el globo terrestre. Y aunque la producción de la cadena estadounidense NBC, es impecable en la parte técnica y televisiva, hay cuestiones de fondo que analizar y decir sobre el resultado.
Miss Universo, ha tratado de ser más que un concurso de belleza. Es obvio que lo agraciada que pueda ser cada chica es sumamente importante, pero también debe serlo, -como se intenta-, su formación, sus valores y su forma de pensar. Es decir, su yo interior, eso que queda cuando la piel envejece y la beldad se marchita. Cuando los años se gastan.
Taliana Vargas, la Miss Colombia, parecía ser la merecedora de la nueva corona. Tiene toda la belleza, pero algo falló. La pregunta que le hizo la exmis universo Jennifer Hawkins, era muy sencilla, pero complicada en el momento. Si tuviese la oportunidad, ¿cambiarías algo en tu vida?.
La chica la pensó mucho y aunque acertó en la respuesta, quedó en evidencia que en el instante, se le cayó la seguridad. No sé, quizás mejor hubiese respondido en español.
Miss Venezuela Dayana Mendoza, la del vestido amarillo, lució grande y mantuvo el dominio de la escena. Esos pequeños segundos, fueron los que marcaron una diferencia, que talvez no fue justa. Yo quería que ganara la colombiana, porque ese país merece celebrar y porque Taliana, es una mujer íntegra en todo sentido.
De ello quedé convencido la misma noche, cuando daba declaraciones al enviado especial de RCN Radio de Colombia, minutos después de perder la corona. Con la humildad, que solo tienen los grandes manifestó que estaba satisfecha, que quizás para ella estaba destinado el virreinato y no el título Miss Universo. Esa expresividad espontánea, que se le negó en el escenario, volvió a ella mágicamente.
En aquel momento, comprendí que la grandeza de Taliana, está por encima de cualquier concurso de belleza. Por eso, brindo por ella, -por Taliana-, mi universo.